El pasado sábado 28 de septiembre, nuestros #AsociadosCdR Olga Behar y Pablo Navarrete lanzaron su nuevo libro en la librería Lerner, al norte de Bogotá. Con la participación del politólogo y activista social Jairo Rivera Henker nuestros asociados hablaron sobre cómo hicieron su nueva publicación y reflexionaron sobre la situación actual del país.
Olga Behar es una comunicadora social y periodista egresada de la Universidad de Bogotá Tadeo Lozano, cuenta con un posgrado realizado en la universidad Javeriana y múltiples talleres y seminarios realizados en el exterior. Su trayectoria profesional es de admirar, tiene experiencia en radio, televisión y prensa en diferentes cargos y canales. Además, se ha desempeñado como asesora de comunicaciones del Ministerio de Gobierno y Jefa de Prensa de la Alcaldía Mayor de Bogotá. Además, cuenta con un Premio Nacional de Periodismo Simón Bolívar.
Pablo Navarrete es un estudiante de comunicación social de la Universidad Santiago de Cali. Cuenta con una formidable experiencia laboral como asistente de investigaciones en la misma universidad, como asistente de dirección de teatro y como columnista de la Revista www.elbogotazo.com.
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¿Cuál fue la motivación para escribir este libro sobre el asesinato a los diputados del Valle después de más de 15 años?
P.N.: Este libro es el tercer tono de una saga que Olga, Carolina Ardila – una politóloga increíble -, y yo empezamos a desarrollar desde el año 2017.
Todo empezó cuando la Universidad Distrital le encomendó a Olga la misión de escribir las memorias del proceso de Paz de La Habana. En ese proceso Olga, Carolina y yo logramos reconstruir historias increíbles y que – gracias a las dinámicas del conflicto -, habían sido invisibilizadas. Hablamos con víctimas, victimarios y fuimos a las zonas veredales para darle vida a ese libro. De ahí nació ‘La paz no se rinde. Crónicas y memorias de los acuerdos de La Habana’.
Luego de la publicación de ese primer libro nos encontramos con que teníamos cerca de treinta entrevistas que habíamos hecho a personajes verdaderamente increíbles, todos narraban sus vivencias en los distintos intentos por lograr la paz, sus experiencias en la guerra, en las milicias urbanas de finales de los años 90, en la selva, en el amor, en el dolor, en la ilusión de la libertad; y nos dimos cuenta de que teníamos ahí un gran tesoro periodístico, con el que creamos ‘Lo que la guerra se llevó. 20 voces que retratan medio siglo de conflicto en Colombia’, un libro que reúne a las mejores entrevistas que realizamos durante más de año y medio de trabajo.
Tras haber escrito estos dos libros, logramos establecer lazos con distintos personajes como Fabiola Perdomo. La historia de ella es verdaderamente conmovedora, su testimonio nos tocó el alma y sentíamos que podíamos desarrollar una gran gama de propuestas periodísticas con ella.
Ahí fue donde Olga y yo dijimos: Vamos a escribir un libro que narre, desde una postura narrativa más ligada a las figuras literarias, la historia de Fabiola, de Juan Carlos Narváez y de Daniela, su hija. Y lo hicimos, así nació ‘Operación Palomera’, el tercer libro de una saga que busca reconstruir, a través del periodismo narrativo, apartes neurálgicos del conflicto armado en Colombia.
¿Por qué traer nuevamente este suceso en diferentes espacios y en distintas ciudades?
P.N.: Lo que ocurrió con los diputados del Valle muestra al desnudo la crueldad de la guerra, la dureza de sus protagonistas y resume en once cadáveres lo que ha ocurrido durante más de cincuenta años de guerra en Colombia: la historia de un país paranoico, insensible y dolido.
Decidimos contar esta historia teniendo como escenario del primer acto una historia de amor que queda trunca por el secuestro, y desde allí reproducimos las voces de Daniela, de Pedro Emilio Morales, el patólogo experto que le hizo la necropsia a los once diputados y de Luz Marina Cendales, hermana de Carlos Alberto Cendales, policía asesinado el día del secuestro.
Narrar esta historia con todos los elementos narrativos que contiene el libro es una manera de conectar a las nuevas generaciones de jóvenes de todo el país, no solo del Valle del Cauca, con el pasado reciente y violento de Colombia. Y es también una forma cruda y mordaz de narrar que detrás del odio siempre va a estar el deseo irresistible de perdonar para seguir adelante con la vida.
¿Qué presentaciones tienen preparadas para este año?
P.N.: El lanzamiento del libro se hizo el pasado 28 de septiembre en la Librería Lerner, en Bogotá, luego lo presentamos en el tercer encuentro de la Red Colombiana de Periodismo Universitario, en Pereira, y se vienen presentaciones en la Feria Internacional del Libro de Cali, en la Feria del Libro de Santander de Quilichao, en México, y en la Feria Internacional del Libro de Cali, así como en universidades y demás plataformas que pretendan visibilizar desde la literatura o el periodismo lo que ha ocurrido en el conflicto armado colombiano.
Hace 3 años se firmó la paz pero en agosto pasado Iván Marquez y Jesús Santrich anunciaron el rearme y la agrupación de las FARC – EP, ¿Qué futuro puedes ver de la paz en Colombia después de esta noticia?
O.B.: Pienso que la fuga de Santrich, Márquez y el Paisa es grave, pero no creo que tenga tanto peso sobre lo acordado, como la desidia del gobierno y su intención de no darle la importancia que tiene, como mecanismo para impulsar la paz y la reconciliación en Colombia.
¿Crees que el Gobierno le ha fallado al proceso?
O.B.: Consecuente con lo anterior, el verdadero daño a la construcción de la paz está en los asesinatos de líderes sociales y ambientales, así como de reincorporados, así como en los permanentes intentos de modificar lo acordado o de torpedearlo.
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¿Cómo has visto el papel de los grandes medios en el posconflicto?
O.B.: No es correcto generalizar sobre el papel de los medios en la transición al posconflicto. Hablar de los que han jugado un papel importante en ambientar la traición a lo acordado es llover sobre mojado. Prefiero celebrar las diferentes iniciativas que han surgido en medios tradicionales como El Espectador, con Colombia 2020, o el esfuerzo de otros medios como Verdad Abierta, Cuestión Pública, Rutas del Conflicto, e iniciativas generales impulsadas desde Consejo de Redacción. Creo que el buen periodismo sigue vivo y hay que persistir en crear contenidos que construyen memoria y contribuyan a la verdad y a la reconciliación.
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